Catar con la fase lunar puede parecer un ejercicio reservado a los místicos y seguidores de la astronomía, pero hoy desvelamos su importancia y en qué se basa.
La biodinámica es un tema complejo, basado en el manejo holistico que recoge todos los aspectos esenciales de la elaboración del vino, desde el campo hasta la bodega. La influencia de los factores astronómicos quizá sea la vertiente más conocida de estas técnicas, pero no es la única.
La biodinámica se centra también en el producto acabado y nos recomienda las fases lunares más propicias para la cata correcta de un vino.
La fase lunar tiene un gran impacto en la expresión aromática y gustativa del vino. Este impacto se basas en pruebas de un mismo vino de la misma añada en distintas fases lunares y cómo dicho vino expresa distintos matices. Tienen especial importancia eventos astrales especiales, como eclipses, conjunciones y lunas de sangre.
Si en este punto están tan desconcertados como yo, sigan leyendo. Al parecer, estamos hablando de algo más que mera superstición (dejemos a parte las cartas del tarot), si no que está directamente relacionado con el bioma del vino, es decir, los microorganismos presentes como, por ejemplo, las levaduras. Las fases lunares afectan a las fases de crecimiento de los microorganismos que habitan en el vino, que, al final, son los causantes de los aromas y gusto del vino que catamos.
Los productores biodinámicos rehusan de presentar sus vinos si la fase lunar no es la adecuada, pero, ¿realmente hay tanta diferencia? Debe de serlo cuando la tecnología sale a nuestro encuentro y ya podemos encontrar aplicaciones y calendarios con las fechas más propicias para tenerlo todo bajo control.
Pero, ¿cuál es dicha influencia? La luna afecta a los vinos en las cuatro expresiones principales del vino, que están relacionadas con el ciclo lunar. Por lo tanto, catar con la fase lunar debe seguir un calendario. Existen, entonces, 4 tipos de días que marcarán la cata del vino:
- Día del fruto: la luna está en constelaciones del elemento fuego. El vino consigue más expresión frutal y se realza la adaptación al terroir.
- Día de la flor: la luna está en constelaciones de aire. Las manifestaciones olfativas y gustativas son florales.
- Día de la raíz: los elementos que gobiernan son de tierra. Propicio para destacar la mineralidad de un vino y su carácter tánico.
- Día de la hoja: el elemento central es el agua. Destacan los elementos vegetales, como las notas herbales, muy valorada en blancos pero nada recomendable en tintos.
A parte de los días según las constelaciones que atraviesa la luna tenemos que considerar también la fase lunar. Si nuestro satélite se encuentra en fase de perigeo (creciente), todos los procesos se verán acelerados, con movimiento de savia y fermentaciones rápidas. En este momento sería bueno cancelar la cata y posponerla a la fase menguante cuando los procesos estarán más pausados.
Con estas pautas podemos diseñar una tabla que nos sirva de guía:
Por lo tanto ya tenemos días para catar según nuestro tipo de vino y los aspectos que queramos resaltar de sus perfiles. En general se establece que el día del fruto y en fase menguante es el día propicio para disfrutar de nuestros vinos favoritos como nunca lo habíamos hecho.
De todos modos os recomendamos experimentar con los distintos días y las distintas fases para conocer todos los perfiles del vino que estamos probando. Es importante respetar la misma añada en las diferentes pruebas.