Vamos a adentrarnos en un nuevo reto que es la cata de café. Como hemos comentado anteriormente en Cata: ¿que conocemos por catar? la cata es el proceso sensorial que viene dividido en distintas fases: visual, olfativa y gustativa.
Como todo producto obtenido de frutos influyen en la calidad factores como, el suelo, la madurez del fruto, la selección en cosecha, la altitud a la que se cultiva la planta, la humedad ambiental.
La planta del café pertenece a la familia de las Rubeaceas del genero cofea.
Variedades de café
Destacamos el café Arabiga como el de mayor calidad con más de 200 variedades de plantas, crece de forma ideal entre los 500 y 2000 metros de altitud. Tiene una maduración del grano larga entre 60 y 120 días, dando unos granos de café aromáticos y con menor cantidad de cafeína.
El café Robusta, cuenta con más de 500 variedades de plantas aunque pocas de estas son comestibles. Los granos maduran con rapidez en unos 30 días lo que hace que sea fácil de producir. Tiene un sabor menos pronunciado y contiene el doble de cafeína. Estos cafés son utilizados mayoritariamente por la industria de los cafés solubles.
Las variedad Liberica, tiene poco interés para la exportación y es de consumo generalizado en su país de producción al igual que ocurre con la variedad Excelsa.
Cata de Café
Centrándonos en la cata del café, nos centraremos en las tres fases.
- Fase Visual, Nos fijaremos en el color, brillo, densidad de infusión y crema.
- Fase Olfativa, Nos vamos a interesar por la intensidad de los aromas que forman la fragancia propia del café como fruto. También pueden venir del tueste y los derivados de la infusión.
- Fase Gustativa, Podemos encontrar nuevos matices, como dulce, salado, amargo, ácido, astringente. Lo importante es ver equilibrio de todos estos matices tras la infusión.
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