La ceremonia del té se practica en varios países del mundo. Este ritual completo tiene un gran peso en sus sociedades. La ceremonia del té tiene significados distintos según el país en el que asistamos a ella. Hospitalidad, amistad, respeto o espiritualidad son algunos de los enfoques que podemos encontrar en la ceremonia del té.
Sea cual sea la ceremonia a la que asistamos, se emplea un tiempo notable. Por ello tendremos que disfrutarla sin prisa. Aparte de esto, es necesario contar con unos instrumentos característicos de cada una de estas ceremonias a lo largo del mundo.
Ceremonia del té en China
La ceremonia del té en China es una de las más conocidas. Se remonta a los siglos XIV – XVII durante el gobierno de la dinastía Ming. El significado de la ceremonia del té en China es de amistad y hospitalidad.
En la ceremonia del te hay que prestar atención a todos los detalles. El agua es tan importante como como las propias hojas de té. Por ello, el agua debe ser de buena calidad (mineral) y estar a una temperatura de entre 75 y 85ºC.
En esta ceremonia se emplean tres teteras: una para calentar el agua, otra para hacer la infusión del té y la tercera para servirla.
Las tazas que se emplean no suelen tener asa y suelen ser de porcelana. Estas tazas se han calentado previamente para que el té no pierda su temperatura al servirse. Se sostienen con el dedo índice y pulgar. El dedo corazón debe sujetarla por la parte inferior.
Quien sirve el té (el anfritrión) solo llena la taza hasta la mitad, como signo de amistad y afecto. Las personas de mayor edad son las primeras en ser servidas y en probar el té.
Cuando lo probamos debemos sorberlo sonoramente y golpear tres veces la mesa con nuestro dedo en señal de gratitud.
Ceremonia del té en Japón
En Japón, el ritual del té se realiza para ayudar al espíritu a encontrar la paz. La ceremonia completa dura entorno a 3 horas, aunque se suele hacer un ritual abreviado. La ceremonia (Chanoyu) se celebra en un lugar especial de la casa situado en el jardín que se denomina la casa del té (sukiya).
Antes de entrar en la casa del té los invitados, que no pueden ser más de 5, tienen que lavarse las manos y la boca como símbolo de humildad y respeto. En la casa les espera el maestro del té con los utensilios necesarios para el ritual: la tetera (cha-wan), un cucharón de bambú para servir el té (chasaku), un agitador de bambú (cha-sen), las tazas y el te matcha de pureza de ritual de té.
El maestro del té ofrece dulces y conversación a los invitados hasta que les hace salir de nuevo al jardín. Después les llama de nuevo al interior de la casa del té con un gong que hace sonar 5 o 7 veces. Este es el momento de inicio de la ceremonia del té.
Para preparar el té se colocan dos cucharones de té en un único cuenco. El invitado principal toma tres sorbos, limpia el borde y pasa el cuenco a los demás invitados. Esta ronda se realiza en silencio. Cuando se ha terminado, se toma una segunda ronda con un matcha más suave. En esta ocasión el maestro rompe el silencio con reflexiones dedicadas a cada uno de los invitados. Tras la segunda ronda, se limpian los utensilios y los invitados abandonan la casa del té, dejando al maestro solo para meditar.
Marruecos
En Marruecos, el té es la bebida nacional. Para la ceremonia del té marroquí se emplea la variedad Gundpower mezclado con hojas de menta y azúcar. La ceremonia del té en Marruecos es signo de hospitalidad, por ello se puede tomar solo té o ir acompañado de comida.
Para este ritual se utiliza una tetera metálica decorada y vasos de cristal. Para su preparación se deposita el té, la menta y el azúcar en la tetera y se añade el agua caliente. Desde una buena altura se llenan los vasos de cristal y se vacían de nuevo en la tetera. Esta operación se repite hasta que se consigue que el té produzca espuma, que es el momento de probarlo. Se sirve en tres rondas y se acompaña de repostería marroquí de almendra, dátiles y miel.
Gran Bretaña
El té de las 5 británico se lo debemos a la duquesa de Bedford en el siglo XVIII. Tras su siesta, pedía siempre un té y un refrigerio. Tan agradable era este momento para ella que comenzó a invitar a sus amigas convirtiéndolo en un acto social. Las familias más importantes de la época tardaron poco en imitar esta costumbre volviéndose tradición del país.
Aunque esta ceremonia no es tan estricta como la china o la japonesa, si que tiene un protocolo que hay que cumplir.
En esta ocasión las teteras son de porcelana o cerámica. Es muy importante la selección del té, que tiene que ser de gran calidad, como exige un buen té negro inglés. El primer paso de la ceremonia es calentar el agua, después calentar la tetera con ese agua recién hervida. Se deja durante un minuto y se retira el agua, que se vuelve a calentar hasta que hierva. Tras vaciar la tetera añadimos las hojas de té en la tetera para que se vayan humedeciendo y abriendo para que suelten bien todos los aromas. La cantidad de té es una cuchara (de té) por taza que se va a preparar más una extra “para la tetera”. Cuando el agua vuelve a estar caliente, se añade sobre la tetera con las hojas, removiendo rápidamente y tapando para no perder ningún aroma. Dejamos infusiones 5 minutos para un te suave o 10 para uno intenso. Si se va a tomar con leche, primero se añade en la taza y por encima el té ya reposado.
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